Malvasía de La Palma: Teneguía

El cultivo de esta variedad en Canarias data de 1676 y proviene de la Isla de Madeira, plantada en 1427. Es una planta vigorosa de sarmientos fuertes poco ramificados y entrenudos largos. Sus hojas son de color verde fuerte, tamaño medio y forma pentagonal. Sus racimos largos y de tamaño medio, y sus granos esféricos de color ambar. De estos granos se obtiene un vino dulce único en el mundo y de reconocido nivel internacional. Su viticultura es compleja, pero eficaz y brillante. Los últimos reductos de las parras originales se encuentran a 300 y 500 metros sobre el nivel del mar, y se cultivan unas 6 hectáreas de Malvasía de más de 60 años. Su conducción es rastrera, con podas de más de 7 yemas y pocos uveros, ocupando cada parra muchos metros cuadrados sobre unos suelos de lapilli que llega alcanzar hasta 5 metros de profundidad, donde la planta extiende las raíces para extenderlas por un suelo rico en minerales y recorra grandes distancias para captar el agua y mantener la humedad necesaria para su maduración. La uva Malvasía, auténtico pilar de Bodegas Teneguía, ocupa actualmente la superficie de Los Llanos Negros. Se caracteriza por su bajo rendimiento, escasez relativa y capacidad para madurar de forma óptima, que la convierte en un fruto especialmente codiciado. Su vendimia tardía logra mostos cuya riqueza en azúcares se halla en torno a los 20º Be y una acidez equilibrada, gracias a la excelente adaptación de esta variedad al clima fuertemente soleado. El Malvasía Dulce es el vino donde se concentra lo mejor de la uva para hacer un blanco dulce de diseño. Muestra un color dorado intenso, intenso, ambarino y brillante, y manifiesta una insólita y armoniosa complejidad aromática de tonos frutales. Combina muy bien con los patés, quesos curados, postres y repostería palmera. Su temperatura de servicio entre 5 y 7º C.